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Mostrando entradas de noviembre, 2014

ESTAR Y SER PARTE

La iglesia que no ora, carece de Unidad y del Poder de Dios. Cada vez que la iglesia o alguno de los hermanos estaban en dificultad, la Iglesia oraba y Dios movía su mano con poder a favor de ellos. Ignorar este principio es vivir en derro ta y sin propósito. El estar y ser parte (juntos y unánimes) de una comunidad no es solamente ir cuando yo quiera, sino estar porque él lo ha dicho, y no estar como los bancos de la Iglesia estar como un órgano necesario de su cuerpo, sin el cual, éste enferma y muere.  La oración en la familia, es tan importante como en la Comunidad. No digamos que así vivimos si nuestros frutos nos delatan. Hechos 2: 1 " Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2- Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba,  el cual llenó toda la casa donde estaban sentados. 3- Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4- Y fueron todos llenos del Es

ENCIENDE TU FUEGO

En el Altar de Dios debe arder siempre el fuego. Nosotros somos como carboncillos, responsables de arder en el fuego, a fin que éste crezca y produzca lo que debe producir: calor. Cuando no estás junto a los otros carbones encendidos, te apagas. Y pierdes lo más necesario para vencer en la vida cristiana: el fuego del Espíritu Santo. En Hechos 28: 1 al 10 , el  versículo 3   " Entonces habiendo Pablo recogido algunas ramas secas, y echándolas en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le prendió  la mano. "   Nos relata, como el apóstol Pablo llega a la isla de Malta, a causa de un naufragio muy grave.  Allí recibidos por sus ocupantes, y por causa de estar todos mojados y con frío, encienden una grande fogata.  Pablo al tomar unas ramas secas y echarlas al fuego, es mordido por una víbora que escapó huyendo del calor. Todos al ver esto se preguntaban que tal malo era ese hombre que la muerte lo perseguía, pero para sus asombros  Pablo no murió,

AUNQUE TARDARE, NO TARDARÁ.

                                                                 Lucas 8:40 - 43 " Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo ; porque todos le esperaban.  41- Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa: 42- porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía. 43- Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada 44- se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. Marcos 5: 28- Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva" Estos relatos nos hacen revivir esos momentos, metiéndonos dentro de la escena. Dice que la multitud tenía Gozo, ¿ por qué causa?  Porque todos lo estaban esperando. Cuando estamos  juntos y unánimes esperando,